10 cualidades que todo buen jefe debe tener, según Google
Hace 10 años, Google inició con Project Oxygen, un estudio que analiza qué características tiene un buen jefe. Originalmente, identificaron 8 comportamientos comunes entre los jefes de más altos rendimiento y comenzaron a capacitar a todos los gerentes para desarrollarlos. Al poco tiempo, Google vio una notable mejora en las métricas clave.
Después de un segundo repaso, adaptaron un poco los primeros comportamientos. A continuación, las 10 cualidades que todo buen jefe debe tener, según Google.
Un buen «coach» evita caer en la trampa de resolver cada problema que tenga su equipo. Por el contrario, utiliza esos problemas para entrenar a las personas a su cargo. Las guía y comparte insights en el momento adecuado, haciendo que su equipo gane valiosas experiencias.
Todos odian a un micromanager. Por ese motivo, los buenos líderes otorgan suficiente libertad a su equipo para explorar nuevas ideas, experimentar y desarrollar su propio estilo de trabajo.
Además, se preocupan por proporcionar las herramientas y flexibilidad que cada miembro necesita para hacer su trabajo.
Para los grandes jefes, construir la confianza en sus equipos es una prioridad. Procura que los miembros del equipo que lidera se sientan seguros asumiendo riesgos y sin temor a represalias por admitir un error, hacer una preguntar o proponer una nueva idea.
Los mejores líderes son aquellos que hacen mejores a los que están a su alrededor.
Determinan con facilidad la capacidad de cada miembro de su equipo y usan su inteligencia emocional para motivar a las personas y aprovechar al máximo su potencial.
Los grandes jefes, son grandes oyentes. Comparten todo su conocimiento porque son plenamente conscientes que la transparencia es clave para el equipo en conjunto.
Realizan elogios sinceros y específicos, cuando es meritorio. Y de la misma forma, proporcionan feedback constructivo (negativo cuando es necesario) con el fin de ayudarlos a crecer.
Los buenos jefes invierten en su gente: les proveen herramientas según su carrera, ya que saben que no todos siguen el mismo camino.
Además, no se aprovechan de sus subordinados para obtener ganancias personales. Al contrario, apoyan e impulsan a todo su equipo, para que cada uno alcance su objetivo.
Un buen líder sabe a dónde se dirige y se asegura de que su equipo también lo sepa, en lugar de dejarlos de lado.
Sus expectativas siempre serán realistas, teniendo claras las acciones a implementar para ejecutar una estrategia. Además, conocen a la perfección el rol de cada miembro de su equipo.
Los buenos jefes comprenden perfectamente el trabajo que tienen entre manos y cuentan con las habilidades necesarias para manejarlo y supervisarlos.
Si es nuevo en el departamento, en un principio se tomará el tiempo para familiarizarse con el trabajo y objetivos diarios de cada persona. Esto les ayuda a ganarse el respeto del equipo.
Algunos líderes entrenan a sus equipos con una mentalidad de «nosotros vs ellos», creando competencia con otros equipos de la compañía.
En cambio, los grandes jefes tienen la habilidad de ver la situación macro y trabajan por el bien de la compañía en su totalidad -no solo en equipos-.
Los buenos jefes toman la iniciativa. Son los que toman las decisiones difíciles y se aseguran de que todos entiendan las razones detrás de ellas.
Luego, se comprometen a seguir adelante. Por supuesto, el primer paso: identificar comportamientos efectivos en los gerentes (y tips para desarrollarlos) es fácil. La parte difícil es la ejecución.
Pero son jefes como estos los que ayudarán a su equipo y a su empresa, a lograr grandes cosas.