La valentía creativa es el nuevo precio de entrada
Nuestra industria habla de «storytelling de marca» como si fuera la solución a cada problema. Y para ser sinceros, no siempre es el caso. La valentía, por otro lado, no es opcional. Es el precio de entrada para las marcas a medida que las expectativas de las personas aumentan y la atención se vuelve más difícil de capturar.
La valentía es el único camino hacia la atención
Las grandes agencias y marcas top solían decidir qué historias compartían con el público en general. Hoy, la industria ha dado la bienvenida a personas externas y voces independientes, celebrando la evolución y la democratización de la narración creativa.
Con todo el Internet a solo un click de distancia, nuestro público se preocupa menos por el origen del contenido y más acerca de si es bueno y les hace sentir algo.
Desde smartphones y computadoras hasta televisores inteligentes y auriculares VR, las personas pueden experimentar historias en cualquier momento, lugar y con quien elijan. Esta proliferación de puntos de entrada de contenido y acceso 24/7 significa que el poder de definir lo que realmente vale la pena ver se ha desplazado completamente a la audiencia.
Esto representa una oportunidad increíble para explorar temas que capturan la condición humana y se conectan con nuestras audiencias de nuevas maneras.
La valentía prospera con nuevas limitaciones
El mejor storytelling nace de los extremos creativos: un presupuesto reducido, talento difícil, una historia desgarradora o una limitación de formato aparentemente imposible.
A menudo estamos celosos de lo que parece ser el lienzo en blanco, o el presupuesto aparentemente en blanco de comerciales como los que aparecen en el Super Bowl. Pero… las restricciones fuerzan un tipo de storytelling más valiente.
La valentía construye comunidades
¿Cuáles historias tienen más probabilidades de resonar exitosamente con las audiencias? Aquellas que se inspiran en el contexto social y cultural para encontrar un terreno común con la marca.
En la actualidad, las marcas pueden recurrir a la comunidad creativa global y vibrante como nunca antes. Lo importante es recordar que estas comunidades no se quedan quietas y miran, sino que participan.
Hay valentía real en entregar las llaves e invitar a tu audiencia a ser parte de la historia. En estos días, no es necesario ser un profesional audiovisual para hacer una película. Todos somos creativos, y cualquiera puede sentarse en la silla del director.
Ahora es nuestro turno de ser valientes.
¿Qué puedes hacer a partir de ahora para sacar provecho de las verdaderas oportunidades creativas?