¿Un monitor AI criará a los niños del futuro?

Esta semana durante el International Consumer Electronics Show en Las Vegas, hemos visto a algunas empresas lanzar innovaciones realmente sorprendentes. Una de la que más nos impresionó fue presentada por Mattel y se trata del primer monitor inteligente para bebés.

Su nombre es Aristotle. Ella puede comprar pañales, leer cuentos, calmar a los niños para que vuelvan a dormir, enseñarles nuevas palabras, responder sus dudas, etc. Similar al Amazon Echo, este aparato se conecta a la web y es capaz de escuchar todo el tiempo y aprender del comportamiento de sus usuarios.

¿Por qué nos impactó tanto? Pues, porque nos hizo reflexionar sobre si los padres están listos para poner a sus hijos en manos de una asistente de inteligencia artificial.

Un monitor inteligente

Para padres primerizos, este dispositivo puede ser de gran ayuda. Aristotle puede realizar una serie de tareas (como asegurarse de que aún haya pañales o reproducir música) y evitarle a ellos tener que hacerlas.

Además, y a diferencia del Amazon Echo, puede recibir órdenes directas de cosas que necesitas que haga por ti, como encender las luces en un determinado momento.

Pero, Aristotle es más que un monitor para bebés. Es un sistema diseñado para crecer y evolucionar a medida que los niños progresen hacia la adolescencia.

La niñera del futuro

Este aparato utiliza inteligencia artificial para distinguir los patrones de voz del niño de los de los adultos (para evitar que este compre por Internet accidentalmente), construir una relación uno a uno con el niño, jugar con él y proveerle lecciones educacionales.

Entonces, ¿necesitamos una niñera ahora que Mattel ha diseñado una asistente virtual capaz de cuidar a nuestros hijos? De cierta manera esto es lo que se propone esta empresa de juguetes.

Más importante que eso sería preguntarnos si realmente queremos reemplazar la interacción de nuestros hijos con humanos a una interacción con máquinas. Parece exagerado o salido de una novela de ciencia ficción. Pero a medida que la tecnología se hace presente en más aspectos de nuestras vidas, es importante preguntarnos ciertas cosas. Por ejemplo, ¿qué pasará cuando la relación más importante en la vida de nuestros hijos sea con un aparato?

¿Acepto los términos y condiciones?

Mattel asegura que la encripción desarrollada para Aristotle debería mantener a salvo la información que los niños generen. Claro está, a salvo de hackeos externos. Sin embargo, también han anunciado que el dispositivo está disponible para alianzas con otras aplicaciones de compra, entretenimiento y educación. ¿Esto quiere decir que toda la data generada por niños, podría ser utilizada con fines comerciales?

Si bien la empresa ha asegurado que protegerá la privacidad de los niños, ya han aparecido ciertas preocupaciones. Una vez que se abre la caja de Aristotle, ellos aceptan los términos y condiciones de uso. Pero, ¿qué pasa con los niños que no tienen edad para reconocer qué tanta información deben brindarle o no a este aparato?

Mamá y papá se preguntarán acerca de las consecuencias de acercar a sus niños a esta tecnología. O quizás, acerca del uso que esta empresa podría darle a la data generada por sus hijos. O quizás acerca del impacto que un aparato que cumpla todos sus deseos y caprichos podría tener en los modales.

Son dudas válidas que surgen cuando las marcas se atreven a recorrer caminos nuevos. Al crear una innovación siempre tenemos que considerar todas las formas en las que esta puede ser percibida. No nos dejemos seducir por la utilidad o beneficios que esta invención pueda traer a la vida de nuestros consumidores, sin entender cuáles podrían ser sus miedos o razones para rechazarla.