Isabel Noboa: la empresaria más innovadora del Ecuador

Aunque la innovación usualmente está ligada a la tecnología no sólo es importante para esa industria. Es un componente central para el éxito de todos los negocios y debería ser una parte integral de la estrategia de todas las empresas. Los consumidores tienen muchas opciones hoy en día, todas muy similares. Para destacarnos, tenemos que ser capaces de salir de nuestras zonas de confort y desarrollar ideas disruptivas que generen rentabilidad.

Bajo esta definición de innovación, realizamos un sondeo para determinar quiénes son los ecuatorianos más innovadores de nuestro país. Recibimos muchas nominaciones, entre los cuales, los más mencionados fueron Eduardo Jurado Béjar (Semgroup), Eduardo Maruri (Maruri Grey), Isabel Noboa (Nobis), Santiago Peralta y Carla Barbotó (Pacari) y Richard Peet y Soledad Hanna (Sweet&Coffe).

Finalmente, luego de una votación abierta, se determinó a Isabel Noboa como la empresaria más innovadora. Conversamos con ella, en exclusiva, sobre su visión acerca de la innovación.

Diría que la innovación es esencial. Tratamos de hacer negocios de manera distinta, romper paradigmas, explorar nuevas formas de hacer las cosas. La gente suele resistirse al cambio y a las ideas innovadoras para conservar esa zona de confort, pero eso es lo que precisamente le hace daño a las empresas.

La innovación y la manera creativa de resolver dificultades son las cosas que creo caracteriza a nuestras empresas. Creo que hemos llegado a ser un equipo que aprovecha todos sus recursos en función de objetivos claros y precisos. Las personas tienen ideas maravillosas si les damos la libertad de pensar y de crear. Me enorgullezco de eso en mis colaboradores.

Mi padre era muy creativo. Yo admiraba cómo él podía resolver dificultades. Su pensamiento de cómo mejorar procesos, idear propuestas y la manera de hacer negocios lo configuraban como un hombre adelantado a su tiempo. Esa experiencia caló profundo en mí y me ha influenciado definitivamente durante toda mi vida.

Otra experiencia que creo influenció nuestra apuesta por la innovación en Nobis fue cuando tuvimos que hacerle frente a la construcción del hotel Sheraton. Recuerdo que en plena construcción llegó el congelamiento de los depósitos y no pudimos hacer uso de nuestros recursos en los bancos. Para continuar con la construcción y entregar la obra en los plazos establecidos, decidimos utilizar una de las herramientas más antiguas de negociación, pero no por eso inefectiva, para financiar lo que restaba de la obra: el trueque. Por ejemplo, si necesitábamos pintura para el edificio, lo canjeábamos por oficinas del edificio Executive Center que recién habíamos construido; si necesitábamos cemento, lo canjeábamos con acciones en el mismo hotel. Así logramos terminar de edificarlo y entregarlo según lo planificado.

Ingresar a trabajar en Nobis implica que debes esforzarte por ser más que un empleado común. Todo aquel que llega a laborar en nuestras empresas tiene claro lo que la organización espera de él. Como decía anteriormente, todos los colaboradores de nuestras empresas son capaces de generar ideas innovadoras y en Nobis se dan las condiciones para acogerlas, no importa de dónde vengan. Hemos tenido hasta convenciones de ejecutivos y colaboradores hablando sobre temas en común para crear sinergias, aprovechar recursos y formular ideas innovadoras que generen productividad.

Creo que la evolución del proceso de innovación va de la mano no solo con las ideas de quienes trabajan con nosotros, cada vez más agudas en la percepción de nuestras necesidades y objetivos como empresas, si no también con los avances tecnológicos.

El cambio es constante en el mundo y nosotros hemos decidido subirnos a la cresta de la ola, sino estaríamos perdidos. Pero no solo hay que adaptarse a los cambios, nosotros queremos también ser protagonistas de ellos.

Entonces, ¿qué significa esto para los líderes de empresas?

El mensaje importante que deben llevarse, es que es importante innovar todos los días. Sin importar a qué industria pertenezcamos. Si no lo hacemos, corremos el riesgo de volvernos obsoletos e irrelevantes para nuestros consumidores. Hemos visto muchas marcas que se han negado a evolucionar y ya no se encuentran en el mercado. La innovación es un desafío que tenemos que tomarnos en serio para mantenernos competitivos.