Impresión 3D, innovación y posibilidades para las marcas
El término ‘impresión 3D’ empezó a sonar hace unos años. Se hablaba una tecnología capaz de revolucionar la industria, ofreciendo múltiples posibilidades a las marcas y empresas, para crear, diversificar o mejorar sus productos en el futuro.
Esas predicciones, que sonaban entonces lejanas, empiezan a hacerse realidad, aunque no con la velocidad con la que se esperaba. Ahora ya podemos ver en el mercado cada vez más aplicaciones de la impresión 3D.
Prótesis, estuches para teléfonos celulares, adornos, zapatos. Las creaciones son infinitas cuando hablamos de impresión 3D. Incluso la comida se puede «imprimir» con este mecanismo, como lo demuestran algunas marcas ya disponibles en el mercado.
Hace dos años ya se presentaba Chef Jet Pro, una impresora de alimentos destinada a usos comerciales dentro del sector gastronómico como hoteles, restaurantes y chefs profesionales.
Dentro de esa línea otro ejemplo es PancakeBot. Esta impresora es capaz de crear pancakes con distintas formas, de acuerdo a la elección del usuario. Desde personajes, hasta formas distintas como la de famosas edificaciones como la torre Eiffel.
Los avances han ido más allá. Investigadores del Media Lab del MIT han desarrollado software para diseñar e imprimir en 3D estructuras similares al cabello. Este pelo impreso podría ser eventualmente utilizado como sensores o incluso funcionar a modo de Velcro.
La lista sigue. Con esta tecnología, los procesos de manufactura se pueden volver mucho más rápidos, permitiendo crear un sinnúmero de cosas. Incluso la medicina se ha nutrido de la impresión 3D, con la impresión de prótesis para personas que han perdido ciertas partes de su cuerpo.
Las posibilidades son muchas, depende de la creatividad de las marcas y su capacidad para convertir las necesidades de sus consumidores en una realidad.