El futuro de los pagos de los hogares inteligentes
El Internet de las Cosas ha evolucionado en los últimos años. En el futuro, sus aplicaciones sin duda tendrán un impacto en la industria, el desarrollo urbano, la salud, la agricultura y muchos otros grandes ecosistemas. Gartner proyecta que habrá 6,4 mil millones de cosas conectadas en uso en el mundo en este 2016, lo que significa un aumento del 30% en comparación a 2015. Las cifras son aún más impactantes si se mira más lejos: el mercado crecerá a 20,8 mil millones para 2020.
Pero, ¿qué exactamente es un hogar inteligente? Se trata de casas que incorporan sistemas de automatización avanzados para proporcionar a las familias de sistemas de vigilancia y control remoto sobre diversas funciones y aparatos dentro del hogar. Así, este tipo de casas pueden dar, desde control de la iluminación y temperatura, comunicación, seguridad, hasta la reposición de los insumos necesarios para el hogar.
Aquí entra en juego una palabra clave para el marketing: los micropagos, que son sistemas de reposición automática con pago seguro que permiten que el propio aparato complete el ciclo de compra sin que los usuarios tengan que intervenir de ninguna manera.
La oferta actual para hogares inteligentes
Este tipo de productos ya están el mercado. Aunque lentamente, algunas marcas empiezan a apostar por estos aparatos inteligentes, tratando de cubrir una demanda latente del mercado.
Una de ellas es Samsung, que lanzó un refrigerador con pantalla LCD que funciona como un centro de comunicaciones. Incluye tres cámaras interiores que cada vez que se cierra la puerta hacen un balance de su contenido y transmite la información al smartphone del propietario.
De esta manera, el usuario puede elegir cuáles son los productos que le hacen falta para que equipo haga el pedido. La compra se concreta tras el tecleo de un PIN de cuatro dígitos, tras el cual se hace efectivo el cargo del pago a la tarjeta de crédito.
Otra innovación en esta categoría es el sistema Amazon Dash, que consiste en botones que conectan a los usauroos con marcas específicas. Una de las marcas que está usando esto es el detergente Ariel. Por ejemplo, si colocas el Dash de Ariel en tu lavadora, puedes hacer un refill de tu detergente. Es decir, que la lavadora es capaz de ejecutar la compra en lugar del usuario.
Aunque estos productos están ganando popularidad, la duda que surge de parte de los usuarios tiene que ver con la seguridad: ¿son realmente confiables las compras de este tipo? Además, se plantean interrogantes acerca de su dependencia del internet: ¿qué pasa cuando la conexión wifi falla o falta? Este es el reto de las marcas para lograr que este tipo de productos logre conquistar el mercado más rápidamente.