Power couples: el amor en la industria local
Comparten la misma profesión e incluso han trabajo o estudiado juntos. Así son algunas de las parejas de la industria local del marketing y la publicidad. ¿Qué otras cosas tienen en común estas power couples? ¿Cómo los ayuda la profesión a mantener un balance en su relación?
Este San Valentín, conversamos con tres parejas de la industria guayaquileña y nos contaron sus historias.
Eduardo Coello y Cynthia Salvador
Eduardo tiene 42 años y es Director Creativo en Publicitas. Cynthia tiene 29 y es Ejecutiva de cuentas Senior en Vanguard Publicidad. Están casados desde hace dos años y tienen varias cosas en común: una hija, una gata, el amor por el crossfit, la playa y los animales. Pero fue una misma pasión la que los unió: la publicidad.
Ellos coinciden en que trabajar en la misma industria les permite entender las cosas que vive el otro dentro de sus trabajos: el tiempo, la dedicación y el sacrificio que demanda la profesión. Además, ven con la misma perspectiva la importancia de algunas cosas que para personas que laboran en otros campos serían difíciles de comprender, como los premios internacionales, los viajes a festivales y las producciones lejos de la familia.
Eduardo y Cynthia se conocieron en Coleto. Él era el jefe y ella ingresó a trabajar como ejecutiva de cuentas. «Al principio me odiaba, pero después con el tiempo sucumbió ante mis encantos», bromea él. Ella recuerda que tuvieron que trabajar directamente y pasaban mucho tiempo juntos. «Lo fui conociendo y lo comencé a ver diferente. Era más que mi jefe, era mi amigo. Nos llevábamos demasiado bien, me aconsejaba, me escuchaba y sobre todo nos reíamos mucho».
Pero no toda su vida gira en torno a la publicidad. Aunque en sus conversaciones siempre tocan algo del tema, también comparten historias sobre cine, fútbol, tendencias, moda, diseño de interiores, arquitectura y tenis. «En el cine siempre tenemos gustos diferentes y lo disfrutamos al máximo porque podemos dar críticas positivas y negativas».
Compartir una profesión les permite, además de nutrirse día a día del otro, mirar a futuro con un proyecto en común; posiblemente una agencia de publicidad. «Tenemos diferentes características y aptitudes que hace que nos complementemos como equipo», dice Cynthia.
Andrés Granja y Samantha Coronel
Andrés tiene 29 años y es Redactor Creativo Senior en Garwich BBDO. Samantha tiene 27 y es Redactora Creativa en Norlop JWT.
Ellos se conocieron mientras él era ayudante de cátedra en una materia en la que ella era estudiante. «En ese momento no me caía para nada bien, pero después de un tiempo nos topamos en la misma agencia y ahí nos hicimos amigos», recuerda Samantha. «Luego de un par de años empezamos a chatear mucho, compartíamos un par de clases y en 2010 decidimos ir al cine. Ahí empezamos a salir y seguimos hasta ahora».
Andrés y Samantha creen que hacer lo mismo los ayuda a entenderse por completo. «Imagina tener que contarle a tu novia “economista” sobre el concepto creativo que aprobó el cliente. O hacerle entender a tu pareja “ingeniera” que tienes una licitación muy importante y te toca amanecerte. No tengo nada con las otras profesiones, pero creo que les costaría comprenderlo de la manera que lo hacemos nosotros», dice Andrés.
Samantha lo complementa: «Además es bonito contarle tus ideas a tu pareja. A veces nos ayudamos a pensar o nos damos puntos de vista. Además, nuestra profesión nos hace detallistas con el otro».
Esta pareja comparte el amor por la publicidad pero sus gustos en común van más allá: desde la comida, hasta el cine, los viajes, la playa, disfrazarse en Halloween y, sobre todo, las canciones de Jorge Drexler.
Johan Miño y María Angélica Roche
Johan tiene 38 años y es Director de Ilustres – Estudio de Ilustración & Creatividad. María Angélica tiene 25 años y es Directora Creativa en R&R Publicidad. Tienen cuatro años juntos y se conocieron trabajando como dupla en la agencia de publicidad Coleto.
«Siempre estamos hablando de trabajo. Compartir la profesión ha sido clave porque nos ha permitido conocernos en las buenas y en las malas», dice Johan. Esta pareja cuenta que al trabajar en la misma área, siempre están compitiendo laboralmente. «Pero al final del día nos necesitamos como personas para lo más común».
Pero al igual que las otras parejas, la publicidad —aunque es muy importante en sus vidas— no termina de definir su relación. Para ellos, es solo una parte. «De alguna manera somos unos anormales tratando de vivir lo más normalmente posible».
Ambos creen que pueden tener muchísimos proyectos laborales en el futuro pero por el momento no lo ven como una posibilidad inmediata porque los proyectos ajenos ocupan el 100% de su tiempo.