Asigna el precio y deja que el cliente haga el resto
La asignación de precios es uno de los momentos que marcarán el éxito o fracaso de un producto, pues debe mantener un equilibrio entre aceptación para el cliente y coherencia con la imagen del producto. El feedback en ocasiones arrojará resultados en los que los consumidores declaran estar dispuestos a pagar cierta cantidad cuando la verdad es que pagarían otro valor. Usualmente con el tiempo y experimentación, se consigue llegar al precio indicado.
Hasta que una empresa llegue a este precio indicado, puede utilizar varias estrategias de asignación de precios, a continuación te contamos de tres que están muy relacionadas con el comportamiento de compra de los consumidores.
1. Aumentar el precio
Puede parecer una locura, pero tiene una explicación que te cambiará la mente. Los consumidores tienen una fuerte crítica en lo que respecta a la calidad de un producto. Este atributo mantiene una relación estrecha con el precio. Cuando un productos es percibido por los consumidores como de buena calidad, estarán dispuestos a pagar más. Al aumentar el precio, la confianza en la marca incrementa a la par.
2. Un acuerdo razonable
El anclaje es una de las estrategias de precio más utilizadas por las empresas. Consiste en comunicar un precio mucho más alto, para después responder con otro que parezca razonable. El anclaje crea la sensación de negociación, en la que el consumidor puede obtener un producto por un mejor precio, sin embargo, la realidad es que la empresa los enfrenta a una situación en la que invierten su dinero si o si.
3. Un punto medio
La última estrategia consiste en el bracketing, en este método se promocionan tres tipos diferentes de precios, el alto, medio y bajo. Varios estudios de comportamiento de compra han sido concluyentes en que el precio medio siempre tendrá mayor preferencia sobre los demás. El razonamiento detrás de este comportamiento reside en que los clientes esperan conseguir la mejor oferta posible por el menor costo, entonces la de precio alto no elegirán dado el costo, la de precio bajo tampoco ya que si pueden invertir un poco más para conseguir algo mejor, sin duda lo harán. Dejando la opción de oferta media como la más conveniente.
Los clientes pueden identificar estas técnicas en la oferta de los productos que consumen, pero aún así caen en el comportamiento esperado. ¿Serías capaz de reconocer cuando una marca te juegue una de estas?