#RompiendoFronteras: Alejo Chauvin, talento de sobra, pero trabajo todavía más.
Los que han seguido la evolución del cine y la producción audiovisual ecuatorianas, muchas veces se quedan con el número de productos finalizados.
Por ejemplo, en el caso de Alejandro (“Alejo”) Chauvin, uno de los directores de fotografía más importantes del país, dirían que ha sido realizador de cerca de 500 sketches (con el equivalente en tiempo a 30 películas) y que sus contenidos han sido vistos más de 5 mil millones de veces.
Esos son los número que brillan, donde se juzga lo que se ve en pantalla.
Pero detrás de esas cifras enormes, hay otras todavía más escalofriantes: las que equivalen a las horas de trabajo en las que este crack prepara con sus luces el tejido emocional y la composición visual.
En este #RompiendoFronteras, profundizamos precisamente la filosofía de trabajo de Alejo que, ¡spoiler!, se basa en el nivel de compromiso y pasión que pone un equipo para hacer si quiera posible un producto de semejante magnitud.
Demuestra que no hay nada que demostrar.
Esto que seguramente muchos hemos escuchado tantas veces, que hasta nos suena a cliché, Alejandro no solo lo ha experimentado, sino que lo ha llegado a demostrar a estudios internacionales algo escépticos.
Durante la pre producción del primer Youtube Originals de Latam, en el cual Alejo era Director de Fotografía, el estudio mostró dudas sobre si Ecuador era el destino ideal para producir la pieza.
Nos cuenta Alejo, que una casualidad permitió probar lo contrario:
un equipo del proyecto caminaba por el estudio, mientras un productor estaba viendo tomas con los paisajes del Ecuador. De inmediato, exclamaron asombrados que no sabían que la producción tenía el presupuesto suficiente para grabar en Nueva Zelanda (destino natural por excelencia).
Después de esos comentarios, no hizo falta demostrar nada más.
En otra ocasión, Alejo tuvo que ingeniarse cómo iluminar un mega galpón para una de sus producciones; en el país no había la oferta de luces suficientes para lograrlo. Pero en lugar de frustrarse y llevar el proyecto fuera de Ecuador, decidió con su equipo técnico crear, él mismo, el sistema de iluminación.
Su recursividad, terminó convirtiendo un espacio sin futuro en “un estudio de clase mundial”.
En la fotografía y la vida, todo se trata de fundamentos.
Así cómo Alejo crea esquemas de iluminación para trasladar a su visión a la pantalla, asimismo ha diseñado esquemas de vida, fundamentos, sobre los que ha basado su vida.
Él cree que hay dos claves esenciales para el éxito:
1. Contar con un grupo de apoyo sólido.
Alejo no fue otro chico afortunado más, aún menos un joven anarquista con aires de creatividad. Oriundo de Baños, desde que tuvo 13 años -y vio Amelie-, su sueño fue ser cineasta, pero cuando llegó el momento de ir la Universidad, Alejandro tuvo que dedicarse a mantener económicamente la hostería familiar, por lo que decidió estudiar Gastronomía.
Años más tarde y estabilizada la situación, sus padres, aunque felices de contar con él, le dijeron que no lo atarían al negocio familiar; era hora de convertirse en Director de Fotografía, profesión que su mamá comprendió solo después de muchos años de Alejo en el ejercicio creativo, pero aún así apoyó.
Podemos decir, en una feliz y cómica analogía, que hoy Alejo cocina sin dudas los mejores productos audiovisuales. Además, ingresó a la escuela de cine en el momento más providencial: en el que coincidiría con Jorge Ulloa y Christian Moya, otros genios ecuatorianos del audiovisual, que han puesto sus proyectos con manos confiadas en la mirada creativa de Alejo.
Pero la suerte tiene un límite. Y el talento también.
2. Trabajo, trabajo, trabajo, trabajo.
Y es que llegar a trabajar con y para Eugenio Derbez, realizar la película más taquillera de la historia del Ecuador, o ser parte de la producción del primer Youtube Originals para Latam, no es cuestión de buena suerte. Hay que sudarla.
Mira el trailer de la nueva serie de Alejo con Eugenio:
Alejo ha decidido poner a trabajar las cuerdas de su vida.
De hecho, hay una anécdota que siempre comparte: cuando conoció a Jorge Ulloa quien estaba por comenzar “Enchufe Tv”, este le preguntó si le “gustaría” actuar en uno de los sketches. Alejo respondió que sí.
El resultado fue una tragicomedia; Jorge con buen ánimo, al enterarse de que Alejo era director de fotografía y no actor, le preguntó que por qué le dijo que sabia actuar cuando lo suyo era la fotografía.
Alejo, medio en broma, pero con la seriedad de su filosofía de vida, le dijo que la pregunta no fue “si sabía actuar” sino “si le gustaría hacerlo”. Y él evidentemente quería hacerlo, porque le daría la oportunidad de trabajar con genio como Jorge. Y si hubiera dicho que no, quizás nunca hubieran comenzado su alianza creativa.
500+ sketches después, y varios largometrajes de por medio, el resto, podríamos decir, es historia.
El lugar de mis maravillas.
Podríamos pensar que la idea detrás del talento que está #RompiendoFronteras es la búsqueda de un “triunfo” exterior que le permita “escapar” definitivamente de su puerto de origen.
Nada más ajeno de la realidad.
Uno de los grandes sueños de Alejo es llevar un proyecto de nivel mundial a Baños, su tierra natal. Porque él, como muchos compatriotas que triunfan en el exterior, saben que “Tenemos todo el potencial visual para ser una mega locación”. Y, esto se convierte en una gran ventana para presentar el país al mundo entero.
Nada pone más feliz a Alejo que saber que podría contribuir al beneficio de su país y su amado Baños. La gratitud y la memoria son parte de sus convicciones más grandes.
La historia de Alejo es de esas que nos gustan, pero a la vez nos incomodan.
Nos recuerda que todos podemos alcanzar nuestros más grandes sueños. Pero nos podría asustar que para lograrlo, tendremos que recurrir a la vieja y universal fórmula: fomentar nuestro talento, poniendo las horas interminables de esfuerzo, porque de ese esfuerzo surge la pasión y de esa pasión el fuego creativo.
Gracias Alejo por tu inspiradora historia, sigue iluminando los sets de todo el mundo con tu increíble trabajo.