Innovación disruptiva en mercados conservadores
El crecimiento de las economías colaborativas ha expuesto un sinnúmero de beneficios, tanto para empresarios como para consumidores. Sin embargo, la innovación plantea grandes desafíos para los reguladores y empresas conservadoras que aún se oponen a los nuevos modelos de negocio. A pesar de esto, se podría concluir que las industrias más tradicionales son las que tienen el mayor potencial de disrupción e impacto.
Para motivarlos a ser parte de esta revolución, conversamos con Ricardo Weder, Director de Operaciones de Cabify para Latinoamérica sobre el impacto positivo de la oferta de servicios innovadores.
Antes que nada, tenemos que entender que existen dos maneras de ser disruptivos en nuestras respectivas industrias:
- Disrupción de mercado: una empresa genera un producto o servicio que se dirige a un mercado que se encontraba desatendido.
- Disrupción de baja gama: aparece un producto o servicio más sencillo, barato o conveniente como alternativa a lo que ya existía.
Con esto claro, podemos compartir los 5 pasos para ser disruptivos:
1. Dirigirse a una industria madura
Algunas industrias ya han vivido grandes disrupciones: los medios de comunicación, las telecomunicaciones, las aerolíneas, los bancos, etc. Sin embargo, estamos empezando a ver innovaciones inesperadas en negocios no digitales como la fabricación, la construcción y el transporte. Lo más recomendable es identificar un problema que la marca pueda solucionar a través de la tecnología.
Y por esto han encontrado “un resultado favorable (…) cubriendo eficientemente una necesidad que estaba desatendida”.
En este tipo de industrias las barreras tradicionales para entrar son más altas, pero la ventaja es que usualmente los actores históricos creen que su industria es inmune porque:
- Su dominio del mercado crea una barrera demasiado alta.
- El negocio o la tecnología es demasiado complejo.
- La inversión en activos requeridos es demasiado alta.
- Aún no ha sucedido, así que no sucederá.
2. Identificar una estrategia
La disrupción puede tomar muchas formas. Es tarea de cada empresa identificar qué camino tomar.
Introducir una versión de bajo costo o con modelo free/freemium/premium: esta es la estrategia más utilizada. Por ejemplo, cuando se utilizan productos de Google hay una ilusión de que es gratis, pero su uso está siendo monetizado, sólo que por alguien más.
Crear una oferta superior: entrar en un mercado de commodities con una idea que genera nuevo valor. Un buen ejemplo de esto son los autos eléctricos de Tesla: no fueron en los primeros en su mercado, pero mientras el resto sacaba modelos utilitarios de aspecto pequeño y peculiar, esta empresa se lanzó con un vehículo de lujo.
Transformar la experiencia del cliente. Cabify es un gran ejemplo de esto cuando se lo compara con el mercado poco glamoroso (pero enorme) de los taxis tradicionales. Cambiaron por completo la forma de transportarse, poniendo al consumidor a cargo de todo.
Ser la primera en digitalizar un proceso. Las tecnologías emergentes, como la impresión en 3D, la inteligencia artificial y la robótica ya están cambiando la industria de la producción, del marketing, etc.
3. Encuentra una nueva tribu/nuevo valor
Ryanair, una aerolínea de bajo costo, no creció quitándole clientes a KLM o a Lufthansa, sino que al ofrecer rutas nuevas a precios menores, crearon un mercado nuevo de viajeros de bajo presupuesto. Cabify en Ecuador, en cambio, ganó popularidad empujando “la frontera precio/calidad, ofreciendo tarifas competitivas y un nivel de calidad superior” al cual los usuarios de taxi tradicional no estaban acostumbrados.
Por lo tanto, un paso importante en la disrupción de las industrias y los mercados tradicionales, es encontrar un valor que atraerá a nuevos clientes.
4. Pelea desde adentro
Es naturaleza humana temerle al cambio. Por lo cual, si planeas ser disruptivo en tu industria, tienes que estar preparado para luchar.
Así que es muy recomendable rodearte de expertos y de personas influyentes que crean firmemente en el mantra: innovar o morir.
5. Aprovecha tu mayor ventaja contra su mayor desventaja
Las grandes organizaciones, a pesar de estar llenas de gente inteligente, son vulnerables. ¿Por qué? Pues, precisamente por la misma razón que las han hecho grandes y rentables: centrarse en maximizar el retorno de los accionistas.
Las start-ups en cambio, pueden operar con velocidad y urgencia, tomar decisiones con información incompleta, identificar las necesidades del consumidor y buscar el ajuste del producto/servicio en el camino. Si tú eres el disruptor, necesitas tomar esa ventaja y escalarla lo más rápidamente que puedas. Si eres una gran empresa, puedes asociarte con una incubadora. Disney, Microsoft, MasterCard, Hallmark y BMW son empresas que buscan equipos externos para desarrollar ideas, experimentos y prototipos.
¿Listo para el desafío?
Las start-ups están transformando la manera de operar y crecer de las industrias, pero la oportunidad es para todos. Recordemos que el ataque es la mejor defensa. Así que, en lugar de oponernos al cambio y luchar para que las cosas se mantengan como están, atrevámonos a salir de la caja.