Una radiografía de la generación millennial
John Thackwray, fotógrafo y director publicitario, se propuso retratar dormitorios de 1,200 jóvenes alrededor de todo el mundo. Durante seis años, visitó a millennials de 55 nacionalidades distintas y el resultado final es el libro titulado “My Room Project”, que resume las historias de todos ellos.
Cada día, se encontraba con alrededor de 50 personas entre los 18 y 30 años. Trató de escoger entre diferentes estratos sociales, localidades urbanas y rurales y un número equitativo de hombres y mujeres para tomar fotografías desde el espacio más personal y natural que tienen: su habitación. Este es el lugar donde trabajan, sueñan, piensan, rezan y son ellos mismos. Con todos aplicó un mismo plano junto al dueño de la habitación en el centro.
Este proyecto dejó muchas enseñanzas para el autor, pues descubrió la inmensa variedad de estilos de vida y abrió los ojos hacia muchos problemas que tiene nuestro planeta. Por ejemplo, violencia, limitado acceso a la educación, pobreza y la situación de las mujeres. Sin embargo, orgullo y dignidad fueron dos elementos que resaltaron en la mayoría de sus fotografías. Al final, descubrió que el confort económico no asegura felicidad y que en el mundo, sobra la injusticia.
¿Cuál fue la intención del artista?
Destacar las grandes diferencias y desigualdad de oportunidades que rodean la generación millennial, y dejar un testimonio sobre la vida de su generación para que jamás sea borrada. Las historias que seleccionó representan la juventud y él quiso crear conciencia sobre la vida de estos jóvenes.
¿Qué nos enseña esto sobre los millennials?
Son una generación repleta de diversidad, y si hay un nexo común que encontró el autor, es el uso del Internet. Esta es una sociedad globalizada, y las redes sociales tienen tanto alcance que lo usan los privilegiados y los que menos recursos tienen.
¿A qué nos recuerda este proyecto?
Pues, al genio de Martin Lindstrom y su teoría del small data. Él también realizó un proyecto similar cuando se propuso encontrar verdades auténticas e insights profundos, cuando pasó 300 noches como huésped en casa de completos extraños, observando detenidamente cada detalle para poder revelar sus deseos. Así, utilizar estos descubrimientos para crear fuertes marcas y productos rentables.
Todo lo anterior, nos deja una gran lección: es hora de despertar nuestra curiosidad, jugar con nuestra intuición y ver la vida con ojos perspicaces. De esta manera, encontrar las auténticas verdades y los insights que tanto buscamos de nuestros consumidores.