El futuro pertenece a las marcas sostenibles
El cambio climático, la escasez de recursos, la contaminación, la violación de derechos humanos son algunos de los problemas en los que pensamos cuando hablamos del futuro del planeta. La preocupación por estos temas crece y nos desmotiva. Por eso resulta fácil admirar y apoyar a las empresas que se atreven a hacer cambios, porque nos hacen creer en la posibilidad de un mundo mejor.
Lucas Campodónico es un emprendedor que ha demostrado que la sostenibilidad es un estilo de vida y de negocio que puede resultar muy rentable. Es el cofundador de Greca (empresa que transforma desechos industriales en objetos de diseño), Director General de Ecomanía (Revista cuyo objetivo es promover el desarrollo sostenible), CEO de Greenbondi (asesores de comunicación para el desarrollo sostenible) y durante el mes de agosto ha estado en Guayaquil como invitado especial y ponente en los Premios Latinoamérica Verde.
En entrevista exclusiva con Insights, Lucas nos cuenta acerca de las oportunidades que él ve para las marcas en este camino hacia la sostenibilidad.
Hoy, cada vez hay más marcas que se basan en ese esquema, denominado triple bottom line, y no les basta con tener indicadores positivos sólo en lo económico. Lo ambiental y social pasan a ser imprescindibles para determinar su éxito.
Por eso para Lucas, la pregunta más importante que una marca debe hacerse al iniciar prácticas sostenibles es ¿por qué y para qué lo haces? Él está convencido de que “las marcas sostenibles que son genuinas en su intención tienen mucho más futuro”.
Con la cantidad de información que hay acerca de estos problemas mundiales, la gente está empezando a tomar consciencia. Por eso, “las marcas que deseen que las queramos, deben observar esta situación como un negocio atractivo.”
Por ejemplo, todos saben que cada vez que compras un par de zapatos Toms, ellos le dan uno a alguien que no tiene para comprarlos. Eso las diferencia y las pone por encima de las demás.
Para los millenials está en juego su supervivencia. Por eso “la preocupación ambiental pasó a ser una necesidad real que las marcas pueden satisfacer”. Es lógico que los jóvenes empiecen a valorar a las marcas que no se preocupan únicamente por el consumo material de su producto sino que ofrecen una experiencia que se relaciona con ellos.
Sin embargo, algo que las marcas deben entender es que la razón número uno por la cual las personas consumen este tipo de productos es que satisfacen una necesidad y están bien hechos.
Lo primero que Lucas le recomienda a las marcas sostenibles es que piensen en lo que los consumidores necesitan. Después le recomendaría que sea genuino en su intención de ser sostenible y aproveche todo lo que vaya aprendiendo en el camino.
Para inspirarse pueden tomar en cuenta dos marcas latinoamericanas que están dejando una huella positiva:
GUAYAKÍ es una empresa que regenera la selva paraguaya y argentina deforestada. En vez de deforestar para poner yerba mate, regeneran la tierra con yerba mate y le dan trabajo a comunidades para que vuelvan a su lugar. Esta iniciativa cose todo un ecosistema que estaba roto: económico, social, ambiental y restablece el equilibrio.
SARCO es la segunda constructora más importante de Chile y ellos capacitan profesionalmente dentro de las cárceles para que cuando esas personas salgan automáticamente trabajen con ellos. Esta iniciativa baja la tasa de reinserción de la delincuencia y mejora la sociedad.
La sostenibilidad tiene varias puertas y no importa por cual entres, lo importante es que estés adentro. Para las marcas que emprendan sosteniblemente se abren todas las oportunidades, porque si su existencia mejora el planeta los consumidores se encargarán de darles fuerza para que puedan seguirlo haciendo.