Rompiendo fronteras: diseñando sueños desde China

Charles Darwin dijo que “no es la más fuerte de la especies la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la más adaptable al cambio”. Esa adaptabilidad ha sido clave en la vida de Jorge Luis Calderón, un diseñador quiteño que vive en China desde hace casi cuatro años.

Al otro lado del mundo, trabaja como Senior Graphic Designer en el grupo Harman International, a cargo de la marca de audio JBL.

Jorge Luis inició su carrera en la capital  —mientras cursaba sus estudios universitarios—como artista junior en la primera productora internacional de videojuegos de Ecuador, Blue Lizard Games. Luego de tres años, se convirtió en director de arte de la empresa.

La aventura en China empezó en Hong Kong, en 2012, cuando fue contratado por Light Up Toys —una compañía de juguetes que sirve a clientes minoristas globales— como Director Creativo y R&D, donde estuvo a cargo de clientes como Disney, Marvel, Universal Studios, Walmart y Toys»R»Us.

Disney fue uno de los clientes que lo marcó. “Disney me hizo soñar y volver a sentirme niño, aunque suene trillado y aunque entre los parques de diversión y la producción de miles de piezas hayan muchas horas extras, viajes, sudor y sufrimiento… para mí, Disney es la esencia del entretenimiento. Manejar un proyecto en una empresa como lo fue LUT, te desarrolla al máximo”.

“Haces desde packaging pasando por animación y artes digitales, trabajas con guías de estilo de películas que aún no salen a la luz. Son responsabilidades grandes para un gran poder, como lo diría el tío Ben Parker…”.

Luego de esa experiencia, el año pasado se unió a Harman Design Center en la ciudad de Shenzhen, donde se encuentra actualmente.

Su estilo único en ilustración y diseño le han valido algunos reconocimientos, entre el eque destaca haber sido escogido por Adidas Original Ecuador como su primer artista bandera.

Para Jorge Luis, la clave para llegar a triunfar fuera del país está en “el amor a tu profesión, la creencia sólida en tus valores y el respaldo de tu familia”.

La vida en una cultura tan distinta a la ecuatoriana ha estado llena de matices. Recuerda que el mayor choque fue el idioma: “es una barrera esencial y en cierto punto no puedes seguir molestando a los intérpretes de tu trabajo y es en la vida personal donde puedes romper en la desesperación porque simplemente ya vas comprando el quinto frasco de lo que crees que es shampoo pero en realidad es acondicionador, con suerte, si no es jabón de manos…”, bromea.

Pero cree que la clave ha sido la adaptabilidad. “Una gran amiga y exjefa me enseñó que ‘inteligencia es poder de adaptación’ y tiene toda la razón. Hay gente que pierde grandes oportunidades porque no puede adaptarse a los cambios de la vida”, dice.

Ser latino ha sido clave para desenvolverse profesionalmente. Jorge Luis cuenta que en el estudio de Harman Design Center, trabaja junto a 32 diseñadores provenientes de más de 23 países del mundo, pero él es el único sudamericano. “He aportado una cosmovisión diferente que nos ayuda a entender los puntos de vida, reinterpretación del sentido del gusto,  la complejidad del cosmos, del imaginario visual global. Todos nos enriquecemos grandemente al convivir en un espacio tan internacionalizado».

Para él, la vida en el oriente del mundo, ha cambiado su percepción del tiempo ha cambiado. “El tiempo pasa tan rápido en una ciudad tan grande que creo que he vivido 10 años de emociones y aventuras en menos de tres. Mi sentido del tiempo ha cambiado: si no me levanto a las 6:00 y me duermo a la medianoche, no alcanzo a hacer todo lo que me planteo. La época en la que llegué fue el fin de mi adolescencia y la entrada a la vida del joven adulto; mi matrimonio y el cambio de empresas son cosas memorables que han marcado mi vida, definitivamente existe un antes y después de China en mi historia”.

Sus siguientes metas son ser parte del CES 2017, IFA, y los Dieline Awards. Además, espera publicar un libro de ilustración, y una exhibición de mi obra en HK.