Rompiendo fronteras: creatividad latina que triunfa en Dubái
Lanzarse a vivir a un país con una cultura marcadamente distinta a la ecuatoriana es un reto. Eso es lo que tuvo que pasar David Sánchez cuando llegó a Dubái (Emiratos Árabes Unidos) hace casi un año y medio; para trabajar como copywriter en Impact BBDO.
Una de las cosas que más le impactó es que, a diferencia de la mayoría de países occidentales, allá se trabaja de domingo a jueves. “El viernes es el día de descanso en la religión, es el equivalente al domingo para los cristianos. No puede haber perros en ningún lado. Ninguna alusión sexual de ningún tipo. No se puede mostrar a la mujer como un objeto”, cuenta.
Los contrastes —además de bromas que no entendía o costumbres que no conocía— se daban incluso en lo laboral, teniendo que superar esos “insights que acá no aplican”.
En ese país oriental —cuenta— los drivers son diferentes. “Acá el status tiene un rol mucho más importante que en Latinoamérica y Ecuador. Me da la impresión de que todos los productos comunican ser el de más prestigio, más que ser el de mejor calidad. Los medios digitales tienen mucha más relevancia, Arabia Saudita está entre los mayores consumidores de medios digitales a nivel mundial.”
Pero la capacidad de adaptarse a ese entorno tan distinto al de Ecuador lo mantuvo, con éxito, donde está.
Una ventaja para destacarse, opina, es que en Ecuador aprendió a valorar las ideas por el razonamiento y no por la ejecución. “Nos acostumbramos a pensar en ideas que funcionen porque son brillantes, no porque tienen presupuestos millonarios. Eso nos da una clara ventaja cuando queremos que nuestras ideas sean aprobadas”.
Para David, “volar” fuera del país fue un sueño cumplido, un objetivo que tenía en mente años atrás. Recuerda que antes de cada decisión importante en su vida se preguntaba cómo esta ayudaba a cumplir su meta.
Recuerda que antes de graduarse de la Universidad Casa Grande decidió, junto a su compañero Ernesto Martínez, que era importante ganar experiencia. Juntos hicieron pasantías en Maruri y luego él tomó su camino. Salió de Maruri para ir a Bonding y luego regresó a Grey.
Persiguiendo su objetivo, escribió a varias agencias fuera del país. “Un día noté que había un mail en mi carpeta de correos no deseados, era de una empresa en Dubái. Nunca lo había pensado como un lugar para trabajar, pero luego de varias entrevistas, el riesgo parecía valer la pena”. Así llegó a Emiratos Árabes Unidos.
Ahí ha trabajado con marcas multinacionales como Snickers, Johnsons, Mercedes Benz, Ikea, Braun, Emirates y Visa.
Sus nuevas metas son seguir ganando leones pero, más allá de los premios, seguir trabajando con marcas grandes, en proyectos importantes. “Quiero hacer una activación que mis amigos compartan en Facebook sin saber que yo estuve involucrado. O que alguien que no trabaje en publicidad me diga ‘¿Has visto esto?’ Y poder decir ‘sí, yo lo hice’. Ese es, para mí, el verdadero Grand Prix”.