Psicología Positiva y Lean Startup por Rodrigo Saá
El stage de #Reinvention2015 se llenó con una gran cantidad de emociones con la salida a escena de Rodrigo Saá, su psicología positiva se adueñó de inmediato de la atención de todos los espectadores. El contenido de su conferencia fue tan amplio que nos dejó una gran pregunta: ¿qué vamos a contarle sobre esto a nuestro equipo el día de mañana?
El punto de partida es entender lo que significa la innovación, y para Rodrigo es saber darle valor a algo. Como el apio, el cual puede pasar de valer unos cuantos centavos en el mercado a valer una gran cantidad después de un proceso de agregar valor como punto de venta, marca, formato y presentación. Todas estas cosas tienen el poder de convertir un producto genérico en una estrella. Y para ser verdaderos innovadores debemos entender al consumidor, sin prejuicios. Sin importar cuán insignificante pueda ser una innovación, no hay que ponerse como juez de los consumidores. Hay que tener apertura para entender por qué compran.
La tríada de la innovación
Toda innovación parte de una obsesión para lograr algo, de la curiosidad de resolver un problema. Y para estar seguro que estamos por el camino correcto podemos recurrir a tres elementos: el problema u oportunidad, la idea y el segmento objetivo. Si tu idea resuelve un problema y existe un segmento objetivo, entonces tienes algo muy bueno entre las manos, de lo contrario, vale la pena replantearla. Recuerda, la prueba y error son muy importantes a la hora de innovar.
Y si lo que deseas es medir cuán efectivo ha sido esto, entonces debes comenzar a aplicar un interesante índice: la intensidad de innovación, que marca el porcentaje de facturación actual generada por productos lanzados en los últimos cinco años.
Gastón Acurio considerado “el mejor chef del Perú” y Fernando Fischmann, el hombre detrás de las piscinas más grandes del mundo son dos ejemplos que nos presenta Rodrigo. El primero como un innovador en cuanto a servicio y darse cuenta del poder cultura que tiene la comida de su país y reinventarla para hacerla más atractiva en las altas cocinas del mundo. Mientras que el segundo es un visionario que se dio cuenta de que podía usar su expertise como constructor para crear piscinas gigantescas en lugares donde las playas no son seguras o no son atractivas pero que la gente busca actividades acuáticas.
Fortaleciendo la innovación
Para lograrlo, hay que tener claras las convicciones, los objetivos y sobre todo los modelos de organización detrás de ellos. Y es importante recordar que estos procesos deben de olvidarse del cliente y estar centrados en el equipo detrás de la generación de ideas. Los puntos importantes a tener en cuenta son:
1) Tener un sentido y propósito. Es importante definir qué es lo que queremos lograr. Como lo dijimos antes, reconocer el problema y la oportunidad para innovar en donde nadie lo hizo antes. Como lo ha hecho Andre Rieu, por ejemplo, que llevó la música clásica a nuevas audiencias.
2) Gestión de emociones. No hay que confundirlas con el estado de ánimo, ya que una emoción es una reacción humana a un estímulo. Y para innovar hay que saber dominarlas todas, saber entenderlas, porque comprendiendo lo que siente el consumidor con el producto sabremos si tendrá éxito o no. A esto lo podemos llamar empatía 2.0 y es esa sensación de sentir lo que siente alguien más ante alguna situación.
3) Gestión por fortalezas. Vamos a entender esto usando el fútbol, entonces en el proceso de innovación debemos empezar con el puesto del DT que tiene que ser fortaleza, debe dar apoyo político, debe ser ejemplo de innovación. Luego siguen los delanteros, que son los personajes que asumen más riesgos y están dispuestos a tomar un proyecto que puede fracasar. Son de espíritu joven, poco que ganar y mucho que perder.
También están los defensas, que son los que no soportan hacer el mismo Excel todo el tiempo y hacen macros, buscan como hacerlo todo más fácil. Como simplificarlo. Los mediocampistas son fundamentales, nos dan pildoritas, analizando los problemas del cliente, dan ideas, aportan con información y ayudan en los procesos.
Por último está la hinchada, son las personas que no se comprometen con nadie pero ayudan al prototipeo. Y también hay los que no les gusta el fútbol. Estos son los que más valen. Ellos apuntan a todas las cosas malas que tiene un proyecto y permiten tomar correctivos.
Potencia estas fortalezas, ocupa la emoción correcta en cada momento y construye sentido compartido. Recuerda que la innovación debe ser un viaje que no queremos que termine nunca.